Reacciones

Como siempre, y ante cualquier circunstancia, países, gobiernos, instituciones, sociedades e individuos reaccionan conforme a sus intereses, temores o intenciones. Cada quien como le va en el ruedo. Cada cual según su idiosincrasia, su identidad, sus vivencias. Así las culturas, así las creencias, así los cultos; pero sobre todo, la solidaridad entre países considerados hermanos, como son los latinoamericanos.
Y, en el caso del reciente ataque del virus de la influenza humana tipo “A”, H1N1, hay también manejo político por parte de los gobiernos de los estados nacionales. Del mundo, pues.
A Estados Unidos, por ejemplo, le interesa quedar bien con el resto del mundo, y en ese tenor ha dicho que, o la epidemia está controlada, o que no era para tanto. Que siempre no era tan peligrosa como se suponía al principio. Que más bien el peligro fue para México. Sin embargo, como lo aseguró Richard Besser, director de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Atlanta, “todavía no salimos del peligro”. Y en EU los casos suman, hasta ayer por la tarde, 226 en 30 estados, 21 confirmados. La estadística, pues. Pero a la fecha, el H1N1 se está diseminando. Comienza a comportarse como el virus de la gripe aviar. Quedaría en riesgo de que una vez controlada retorne en el último trimestre del año.
También en México, el titular de Salud, José Ángel Córdova Villalobos, ha dicho que la epidemia del virus de la influenza humana “ha evolucionado y está en fase de descenso”. Dicho por él, el “pico” en el índice de contagio se presentó entre los días 23 y 28 de abril, dada la eficiencia de los antivirales distribuidos al interior del país. Pero principalmente, gracias a las medidas adoptadas por la ciudadanía para evitar la propagación. Y los números siguen cambiando. Hasta la tarde del pasado sábado, la dependencia de Salud había realizado mil 498 pruebas, de las cuales mil 280 habían sido válidas y el resto demandan repetición. De dicha cifra, 506 casos resultaron positivos, 487 son pacientes vivos en hospitales y 19 muertos por la infección.
Pero en otros países las reacciones van de lo indignante, a lo discriminatorio, y hasta lo chusco.
La acción de los chinos, por ejemplo, de “aislar” a mexicanos sanos causó, con toda razón, molestia en el gobierno mexicano. Claro que a los chinos les ha ido como en feria con las epidemias de la gripe aviar. Pronto, desde relaciones exteriores, la titular de la SRE, se reviró en el sentido de medidas xenófobas. China se contradice: por un lado envía equipo médico, por el otro mantiene aislados, casi secuestrados, a 71 mexicanos que llegaron en calidad de turistas, sin evidencia de contagio de la influenza. Pero también de otros gobiernos como el de Argentina, Cuba, Ecuador, Perú, adoptaron medidas discriminatorias, al impedir los vuelos directos entre esos países y México.
Pero posiciones como la de Cuba es inentendible. Porque México ha sido siempre su mejor aliado desde que se impuso el bloqueo económico por parte de EU a la isla. Cómica, en cambio, es la declaración del gobierno de Ecuador. Tanto que nos recordó los dislates de Vicente Fox, el expresidente de México. El miércoles 29, el gobierno de ese país declaró que suspendería por 30 días los vuelos charter desde y hacia México, y declaró “estado de excepción”, para prevenir la llegada de la influenza a el país. Pronto, la propia ministra de Turismo, Verónica Sion, recordó que Quito tiene vuelos directos regulares entre su país y México, y que la restricción no rige para los ecuatorianos que viven en México. Entre otras reacciones.
Mientras tanto, en México, como lo han anticipado los gobiernos de estados como Veracruz y San Luis Potosí, ellos no retornarán a clases en las escuelas hasta el lunes 11, y no el 6, como se determinó inicialmente. El propio titular de salud ha dicho que el lunes, o sea hoy, apenas evaluarán el día del retorno de los alumnos a las clases. Sin confirmar, es un rumor que parece volverse realidad este mismo lunes. El regreso es hasta el lunes 11 de mayo.

3/mayo/2009.