jueves, 24 de diciembre de 2009

Trampas en la Petroquímica

Con los panistas de por medio sería imposible no creerlo, pero alguna trampa se estaría gestando en el estado de Guanajuato por sus autoridades, con el asunto de la construcción de la petroquímica de Pemex. Asignada inicialmente al estado de Hidalgo, una entidad gobernada por el PRI y de larga tradición priista, los panistas están haciendo hasta lo imposible por ganarla. Guanajuato o Hidalgo, aparecen ahora como en un volado. Y la decisión, como producto de juego de azar. Pero con los dados cargados.
La petroquímica representa una inversión millonaria. Al menos unos dos mil millones de dólares, según reportó el grupo mexicano Mexichem, de Antonio del Valle, en su momento. Con todo y que el presidente Calderón anunció el 18 de marzo del 2008 —en un aniversario más de la expropiación petrolera—, que la licitación de la petroquímica demandaría invertir mil millones de dólares, y en la cual se producirían entre otros un millón de toneladas de derivados de etileno, el químico básico para la fabricación de plástico.
Pero no sólo es la construcción, también son los beneficios que le significan al estado sede. La mejor posición es la de Hidalgo, así lo refieren los dictámenes técnicos de la petroquímica y así lo defiende el mismo director de Pemex, Jesús Reyes Heroles, por la relativa cercanía de los depósitos de abastecimiento.
La construcción de ductos para trasladar el combustible desde los pozos de extracción del sureste mexicano, resulta más viable al estado de Hidalgo. Pero la intentona de pasar eso por alto, da pie a que el gobernador de Guanajuato, Juan Manuel Oliva, esté intentando ganar la iniciativa de entregar los terrenos requeridos a Pemex, por sobre Hidalgo y el esfuerzo de su gobernador Miguel Ángel Osorio Chong. Como si el asunto y la decisión dependiera sólo de la disponibilidad de los terrenos; como si fuera un caso de liberación de tierras.
Pero el intento del PAN tiene sus riesgos. Y es del PAN porque, han sido los panistas quienes están difundiendo la posibilidad de que la inversión se quede en Guanajuato. Pero lo peor es que el mismo gobernador Oliva ha anunciado que tiene hasta 900 hectáreas, para poner a disposición de Pemex. Y los campesinos argumentan otras cosas, que ponen en entredicho al gobernador y al Pan y su presunta disponibilidad de terrenos.
Y brota la polémica. Con argumentos de la Reforma Agraria, Juan Manuel Oliva ha señalado que lo dicho por el gobernador de Hidalgo es contrario a lo que reporta la Dependencia. Y lo mismo, el gobernador Oliva se ha reunido con los dirigentes del PAN, que con el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, para recibir el espaldarazo correspondiente. Y ni dudar que la expresión panista del PAN en el centro del país esté intentando hasta lo imposible para quedarse con la petroquímica.
Es decir, que la construcción de dicha procesadora de combustible se ha politizado a tal grado que cabe el riesgo de una decisión trastocada del proyecto original más conveniente. Es decir, que no obstante cabe la posibilidad que la misma decisión de enviarla a Hidalgo sea producto de una negociación entre los partidos y con el gobierno federal; ahora el mismo PAN arremete con todo para quedarse con las inversiones.
Pero los campesinos de Guanajuato contradicen todo. Pero las últimas denuncias de los implicados, que son los propios poseedores de los terrenos, es que no todo está resuelto. Que el gobierno de Guanajuato no ha cumplido con su palabra, ni de adquirir y que, cuando eso sucede, lo está operando con mentiras. Según documentación oficial y testimoniales directos, reflejada en reportes periodísticos, tanto hay rezagos en los procesos de compra como en la tramitación jurídica, disposiciones agrarias y emisión de registros de títulos de propiedad.
Y el anuncio de la secretaría de desarrollo económico del estado, del 30 de julio último, en el sentido que el gobierno de Guanajuato ha puesto a disposición de Pemex las 700 hectáreas para la construcción de la refinería, es contraria incluso a la documentación oficial enviada al Congreso donde el gobernador Oliva revela faltantes jurídicos y administrativos para entregar el caso de los terrenos completamente resuelto.
En tanto los ejidatarios mantienen las denuncias y contradicen a las autoridades, como lo dicho por el titular de Desarrollo Económico de Guanajuato, Héctor López Santillana. Aún con las amenazas telefónicas a muchos de ellos, en el sentido intimidatorio para evitar que hablen a los medios de comunicación y que denuncien la problemática que envuelve a los terrenos, ellos (los poseedores de las tierras) argumentan que el gobierno de Guanajuato ha usado a una empresa fantasma para dicha compra y para abaratar al máximo los precios de los mismos.
El gobierno de Guanajuato, pues, actuando con falsedades hace hasta lo imposible por arrebatarle la petroquímica al PRI en Hidalgo. Pero por las condiciones fraudulentas en que se están desarrollando las negociaciones con los campesinos en la entidad gobernada por el PAN, se impondrán los dictámenes técnicos de la mejor ubicación. Guanajuato no ha resuelto nada. Hidalgo solo espera el resultado del análisis de Pemex.
Entre este asunto puede estar mediando el puesto del titular de Pemex, Jesús Reyes Heroles, de quién se anuncia que pronto caerá de la dirección. Hidalgo espera. La cabeza de Heroles también.

7/agosto/2009.

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