Tras la elección del 5 de julio, donde los dos grandes perdedores resultaron el PAN y el PRD, con el voto de castigo que les aplicó la ciudadanía a favor del PRI —por el ángulo donde se le mire—, el golpeteo que operó el gobierno federal como guerra sucia continúa.
No obstante que el presidente de ese partido, Germán Martínez Cázares, ya no está porque cargó en sus hombros con la pérdida de terreno panista en todo el país—gubernaturas, diputaciones y presidencias municipales—, las malas señales continúan. El también perdedor, el propio presidente panista, fue Felipe Calderón, porque aquél operó las directrices desde Los Pinos. Pero la derrota no se olvida, ni la olvidará fácilmente el PAN.
No obstante que los temas de la inseguridad están a la orden del día, a la vez que resulta un problema delicado porque atañe a todos como parte del Estado mexicano, comenzando por el gobierno de Calderón que no muestra estrategia alguna para combatir y atender a fondo el problema, también se prestan para las jugarretas en el orden político. Sigue como parte de la estrategia del golpeteo entre contrincantes o enemigos políticos.
Los últimos indicadores en este tenor, implican a las dependencias federal y local en materia de procuración de justicia, dadas las contradicciones sobre la resolución de casos como el del asesinato del joven Fernando Martí.
En tanto la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal ya tiene el caso resuelto y en la cárcel a los presuntos asesinos integrantes de la banda La Flor cuyos principales operadores son La Lore y El Apá, la Secretaría de Seguridad Pública federal ha salido ahora con que los secuestradores son los que ha presentado recientemente, dos integrantes de la banda Los Petriciolet, capturados en una casa de seguridad de Xochimilco, DF.
El asunto no parece simple confusión. Antes bien, el caso huele a lo que es: a confrontación entre ambas dependencias, donde alguna de las dos tiene auténticos chivos expiatorios, pero ninguna dará su brazo a torcer tan fácilmente. Lo que es más, el caso sacude públicamente a la sociedad porque es una muestra más la falta de coordinación que existe entre ambas dependencias para enfrentar y resolver casos de inseguridad que tanto laceran a la sociedad, como este del secuestro y el castigo a los verdaderos culpables.
El secuestro y lo que de él se deriva, como lo es el asesinato de las víctimas, es un asunto que lo mínimo que demanda es que las dependencias de los gobiernos federales, estatales y municipales, trabajen con planes, metas y estrategias coordinadas. Es lo menos que pueden y deben ofrecer como servicio a la sociedad que resulta la víctima de tales ilícitos. Pero no. Además de la descoordinación, los lastres internos salen a flote en medio de este lodazal atentatorio de la sociedad, que es quien se lleva la peor parte.
Ahí está, ahora, el señor Alejandro Martí, a quien obligan a tomar partido por alguna de las dos investigaciones cuando declara, no en aras de descalificar a la SSP, que quien le ha entregado resultados es precisamente la PGJDF. Será porque dicha dependencia le resolvió primero. Pero entra ya la suspicacia en la veracidad, el ingrediente que le inyecta ahora la SSP.
Ahí está, latente pues, la confusión sembrada entre la sociedad, por dos dependencias de la procuración de la justicia que tienen, ambas lo dicen, las pruebas suficientes para consignar a los detenidos a quienes les demuestran la culpabilidad.
Ya se verá. Pero de entrada el asunto no deja bien tanto a la SSP, como a la PGJDF, porque ambas dicen tener a los responsables del vil asesinato de Martí. Y eso que el señor, Alejandro, el padre de Fernando, ha presionado como pocos en la solución y castigo de los responsables de la desaparición de su hijo. Pero cuántos casos quedan impunes y/o en el limbo, porque los afectados carecen de los medios para presionar públicamente, como en este caso.
Sólo el tiempo dirá quién tiene la razón. Incluso pudiera ser que el cruce de información, como ahora lo está solicitando el propio Jefe de Gobierno del DF, Marcelo Ebrard, arroje otros resultados que sean complementarios.
Pero en el inter, la voz que pulula en los corrillos de las propias policías, es que si el procurador capitalino es un favorito de Marcelo, por eso le están pegando. Un golpeteo operado por el titular de la SSP, Genaro García Luna, quien ve con desprecio al procurador capitalino, y no de ahora.
De por medio están la sociedad, el señor Martí y hasta con Consejo Ciudadano de Seguridad Pública y Procuración de Justicia del Distrito Federal, quien ya solicitó a la procu capitalina el informe de la averiguación previa sobre el secuestro y homicidio de Fernando Martí. En tanto la misma PGJDF interrogará a los presentados de la SSP: a Noé Robles Hernández y a José Antonio Montiel Cardoso. Pero el golpeteo seguirá, y la sociedad entre la judicialización de la justicia.
19/julio/2009.
jueves, 24 de diciembre de 2009
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