miércoles, 23 de diciembre de 2009

Investigar a Godoy

Tan sorpresivo como fue el operativo “limpieza” realizado en Michoacán, por parte de la PFP y el Ejército mexicano, para detener a 29 personas, entre funcionarios y presidentes municipales, como presuntos involucrados en actividades del narcotráfico —aunque fuese sólo como informantes, lo que de por sí ya resulta un delito grave; mejor dicho, gravísimo—, del mismo modo fueron las reacciones para dar el espaldarazo al más ingenuo e inocente de los gobernadores, como dice de sí mismo Leonel Godoy Rangel.
En tanto las investigaciones continúan por parte de las autoridades, porque hay más implicados por sus nexos con La Familia Michoacana, la red de delincuencia organizada que controla desde la distribución y venta de droga en el estado hasta la discografía pirata que se expende en las calles de Morelia y otras ciudades importantes, muchos actores de la política se mueven para acallar el asunto que amenaza convertirse en escándalo en contra también del gobernador en funciones, Leonel Godoy.
Con todo y que el caso tiene tintes electorales por los tiempos previos a las elecciones en que se destapó —porque el problema no es de ahora sino que tiene un triste pasado— en el estado de los otrora purépechas, las implicaciones no son pocas. La cercanía de los detenidos con el gobernador es mal síntoma para él.
Pero pronto Leonel Godoy se defendió solo. Dijo tener la conciencia tranquila y no temer a ser investigado por la Procuraduría General de la República, tras el operativo contra los altos funcionarios por autoridades federales. A la vez aseguró su disponibilidad y compromiso de seguir en el combate a la delincuencia organizada en el estado, y protestó porque las acciones sean unilaterales, ya que se trata de un asunto precisamente federal.
Así, no obstante las declaraciones del titular de gobernación, Fernando Gómez Mont, de que Godoy no está solo en esta lucha contra el combate en esta lucha, las investigaciones seguirán y las sorpresas todavía que faltan por salir a la palestra.
Ciertamente que al PRD le preocupa lo que le ocurra a uno de sus gobernadores, o al menos originario de aquél estado que vio nacer al general Lázaro Cárdenas. Por eso está actuando con rapidez para tratar de tapar el sol con un dedo.
Pero al PRD le está ocurriendo con Godoy lo que le pasó con Amalia García en Zacatecas, o algo peor. Quiere darles luz (o “aire”, como se dice en el argot popular) pero ni la tiene porque está desunido, y trata de defender lo indefendible hasta que no se demuestre lo contrario. Es decir, en los reclamos de Jesús Ortega, presidente de facto por el PRD nacional, argumenta el daño al gobernador y a la imagen de partido por las acciones de operación “limpieza” michoacana, llevadas a cabo por la PFP y el Ejército. Además que Godoy no es implicado, simplemente no se le avisó del operativo, refuta.
Pero así como no ha podido defender a Amalia en Zacatecas, porque la investigación ni siquiera ha comenzado pero los hechos tienen demasiadas coincidencias, las evidencias con Godoy son de picaporte en el Palacio de Gobierno. No obstante que los reclamos seguirán y hasta José Luis Soberanes Fernández, titular de la CNDH se está metiendo en el asunto descubriendo las irregularidades del operativo, falta todavía por destapar la cloaca perredista michoacana.
Así, a De Nuevo El Día llegó recién información precisa sobre las irregularidades cometidas por Leonel Godoy Rangel, el ahora gobernador de Michoacán, en otros tiempos. Y esas investigaciones lo involucran en delitos graves. Los señalamientos lo colocan en delitos de diverso género; todos ocurridos desde, o al cobijo del poder. O desde la protección que ha conseguido para que las acusaciones no procedan en su contra.
Pero como lo dijimos ayer en este mismo espacio: Godoy no es una perita en dulce. Y se le tiene, y se le debe investigar. No nos sumamos a la ola de descalificaciones ocurridas en las últimas semanas. No. Como tampoco a la rebatinga que está operando el Partido Acción Nacional desde la cobija que le brinda el poder presidencial, o el simple hecho de saberse con un presidente salido de sus filas. Mucho menos que los golpeteos orquestados por el PAN son con fines claramente electorales, puesto que no tiene propuestas ni resultados que comprobar ante la sociedad durante ya sexenio y medio con la Presidencia. Más allá de los operativos antinarco que ahora utiliza como golpes espectaculares.
Lo cierto es que la infiltración de las actividades del narcotráfico y del crimen organizado hasta los pasillos y las oficinas de todos (o casi) los niveles de gobierno, causan malestar en la sociedad porque entonces ya no tendrá en quien creer. Ni en quien confiar. En dónde está el compromiso de un presidente municipal, de ser electo como autoridad para resolver la problemática de las personas.
En dónde queda la credibilidad del gobernante que está al frente de un estado de la República, que puede ser cualquiera en estos lamentables tiempos, si entre sus filas trabajan los señalados como integrantes de las mafias. ¿Acaso porque forman parte de la misma familia? En el caso de resultar culpables los ahora presuntos, alguien debe dar respuestas satisfactorias. Y ese alguien, en el caso michoacano, es el gobernador Leonel Godoy.

28/mayo/2009.

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