Dicen que la tercera es la vencida. Y al Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) de El Salvador, ahora sí se le hizo llegar al poder. El periodista Mauricio Funes se ha convertido en el primer candidato de la izquierda en ese pequeño país de Centroamérica, que llega por la legítima vía de las elecciones al gobierno de su país. No fue precisamente candidato del FMLN, pero si fue apoyado por el Frente.
Cosa ejemplar, para el resto de Latinoamérica, especialmente para México. Muchos países se suman por el carril de la izquierda —que ya no, el mal llamado marxismo-leninismo, que como tal nunca existió, como tampoco el comunismo ni el socialismo; si acaso el “socialismo real”— que arriba al poder, abandonando el proyecto de la derecha, cuyos preceptos lo único que traen es desastre para los pueblos.
El modelo neoliberal que ha sido abandonado en muchos países del continente, luego de que ha sido desdeñado incluso en los propios países desarrollados que domina la derecha mundial, ha traído inestabilidad social y mayor pobreza para los pueblos. El ejemplo de la década de los 90 no tiene parangón, por las consecuencias de desastre que indujo en los países aliados, muchos, por la fuerza.
Sólo México es terreno fértil para seguir con lo mismo. Primero el PRI, que durante 70 años gobernó enquistado en el poder, erigiendo un control caudillista y presidencialista —el país de un solo hombre, etc.—; luego un PAN sin mayor proyecto que la defensa de los intereses de particulares. Un partido al servicio del poder empresarial y de la propia élite política enquistada, sirviéndose de los partidos utilizados como simples instrumentos de distribución y más bien control del poder, del gobierno y del Estado.
Países que han salido de fuertes crisis económicas y antes de sangrientas dictaduras fascistas represoras de los años 70 y 80, como Argentina por un lado y Brasil por otro (hasta Chile), miran ahora hacia los proyectos nacionalistas que propone la izquierda. Si bien ya no con programas tan radicales como aquellos que surgieron en los tiempos de la Guerra Fría, y Cuba es un buen ejemplo, tampoco son países colgados ya de los intereses de los grandes bancos financieros que han llevado a la bancarrota con sus políticas, como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.
Pero sí son países que han avanzado con los proyectos nacionalistas, como ha sido en Venezuela con Hugo Chávez, en Bolivia con Evo Morales, el Uruguay de Tabares, y Chile de Lagos, ya no tanto de Michelle Bachelet.
El triunfo de Funes en el Salvador ocurrido el pasado 15 de marzo, significó la derrota de la derecha que tuvo el control hegemónico durante los últimos 20 años. Pero por lo mismo, el cambio de estafeta no estará exento de peligros. El propio Mauricio ha dicho que se trata de un “proceso esencialmente complejo que vive la transición de un gobierno de derechas a un gobierno de izquierdas”. Un país en donde ni la izquierda debe temer a la derecha, ni la derecha a la izquierda. Es más, el nuevo presidente lo resume de la siguiente manera: “Los empresarios tienen que perderle el miedo al FMLN y a un gobierno de izquierda, y la izquierda debe superar los prejuicios que tradicionalmente ha tenido hacia los empresarios”. Y hace la siguiente precisión: el desarrollo de El Salvador, que estará más cerca al modelo brasileño que del venezolano “Socialismo del siglo XXI”, pasa por la esquina de los empresarios.
Mientras tanto, Funes ha sido arropado por un número importante de mandatarios de todos los países y de todos colores, durante su toma de posesión el día de ayer en su país. Ahí llegaron presidente como Hugo Chávez (Venezuela), Ignacio Lula da Silva (Brasil), Fernando Lugo (Paraguay), Evo Morales (Bolivia), Michelle Bachelet (Chile), Óscar Arias (Costa Rica), Álvaro Colom (Guatemala), Rafael Correa (Ecuador), Manuel Zelaya (Honduras), Daniel Ortega (Nicaraqua); así como Álvaro Uribe (Colombia), Felipe Calderón (México), Ma Ying-Jeou (Taiwán), Martín Torrijos (Panamá), Hillary Clinton y los príncipes Felipe de Borbón y su esposa Letizia, de España.
El caso es que El Salvador estrena transición.
1/junio/2009.
miércoles, 23 de diciembre de 2009
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