miércoles, 23 de diciembre de 2009

PAN, el desgaste del (no) poder

En la mira de las elecciones intermedias del 5 de julio de este año, está el ganar la mayoría de los espacios en la Cámara de Diputados que se renueva completita. Para cualquier partido que triunfe, y ese podría ser el PAN, pero especialmente el PRI (el PRD no estaría en condiciones de obtenerla), es tan importante como prioritario tener el control para definir candidatura y ganar en la elección presidencial del 2012.
Claro está que bien podrían alcanzarse no mayorías, sino un equilibrio entre los tres principales partidos, sin mayoría calificada, que los obligue a negociar la toma de decisiones fundamentales; no obstante que, en estos casos se corre siempre el riesgo que las negociaciones sean para los fines partidistas, y no tanto para los intereses nacionales ni de sus representados.
Y en esta tarea, el PAN no hace tanto por ganarse a los electores. Ni como partido, y tampoco como gobierno. Es decir, la tan cantada transición a la democracia que propuso el candidato, y luego presidente, Vicente Fox —un Ejecutivo que creó esa suerte de parálisis desde el poder, pero cuya propuesta de campaña abrió amplias expectativas entre el ciudadano común porque prometió sacar al PRI, después de 71 años de permanecer en el poder, “a patadas” de los Pinos— nunca se planteó desde el Estado. Es más, ni el presidente Fox ni el PAN fijaron postura alguna sobre cómo llevar a la práctica la presunta transición. Porque, como dicta el refrán, al buen entendedor pocas palabras: ni a Vicente Fox ni al PAN, y ahora ni al actual presidente Calderón, les ha interesado nunca dicha alternativa democrática.
Pero a esto habría que agregar algo todavía peor: después de que Fox demostró en los hechos ser uno de los peores presidentes de México, tampoco el PAN ha justificado que sabe convivir con la institución presidencial como partido en el poder. Aún con la experiencia de dos presidentes de la República, el PAN no se define. No encuentra su lugar, y tal parece que ni le interesa encontrarlo, porque ni siquiera se plantea el problema. Hacia el interior, ni hacia el exterior, porque es un partido que no se distingue por debatir abiertamente sus posturas, su línea partidista y muchos menos sus intenciones para hacer la política nacional.
Pero tampoco le interesa al PAN discutir siquiera el proyecto de país, porque no tienen posturas nacionales (bueno, ni nacionalistas como tantas veces se le criticó al PRI). Los panistas son dignos representantes de la derecha en el poder, latinoamericana y europea. Y pese a que les cala profundo ser clasificados de derecha, tampoco lo ocultan ni hacen el esfuerzo por disfrazarla. No olvidemos que entre las corrientes internas, los panistas llevan a El Yunque clavado en las entrañas.
Y las políticas que han aplicado, tanto Fox como Calderón, no responden a compromiso alguno con la gente. Entonces, no hubo tal transición como tampoco hay tal presidente del empleo. Hay, eso sí, malos manejos de los presupuestos públicos, grandes huecos, tremendos subejercicios de gasto, enormes oportunidades de inversión en materia de energía para los grandes empresarios. No olvidemos que los partidos tienen como aliados, y muy de cerca, a los grandes empresarios de este país; así como a grandes inversionistas del país vecino del norte, Estados Unidos, aquellos que conforman la cúpula de poder que define y decide los grandes trazos de la política nacional. Y alrededor del control de esos enormes intereses están los que determinan qué partido les conviene más. Así como suena así es.
Bien cabe preguntarse, ¿será que es el desgaste por el ejercicio del poder, que el PAN no lleva todas las de ganar? No. De ser el caso, será por el estilo de gobernar. Por eso Acción Nacional tiene un gran reto el 5 de julio. Y faltan unas semanas para la elección.
Porque la tiene difícil es que está tirando golpes a diestra y siniestra. Eso explica la guerra sucia que comenzamos a ver en los medios, más lo que falta. Lo último, de lanzar bolas de fuego contra el PRI es apenas al comienzo de los malabares del circo panista rumbo a la elección presidencial, que pasan por el 5 de julio de 2009. En esas están los partidos. En esa guerra está el PAN contra los contendientes. Ya veremos cómo anda el PRI. Enhorabuena por la contienda electoral. “Enhoramala” por los ciudadanos que no tienen mayor opción que votar por las únicas alternativas que ofrecen los tres principales partidos.

17/mayo/2009.

No hay comentarios:

Publicar un comentario