El día de ayer, el diario estadounidense The New York Times criticó en su editorial la postura del gobierno de su país, en el sentido de que los cárteles mexicanos representan una amenaza para su seguridad nacional.
El influyente medio impreso escribió sobre el escaso o nulo control de la venta de armas a tales cárteles de la droga, que hacen los negocios al menudeo y mayoreo de la frontera de EU, por lo que el señalamiento conjunto de Dennis Blair, director de la DEA y el Procurador de Justicia, Eric Holder, resulta por lo menos “hipócrita”.
“Debería haber –escribió TNYT en El derecho de los cárteles de las drogas a portar armas– una enorme vergüenza de este lado de la frontera, porque la drogadicción en Estados Unidos sea alentada por un irresponsable control de armas”.
Porque mientras el gobierno estadounidense dice preocuparse por la amenaza del narcotráfico en México, los vendedores de armas, también estadounidenses, aprovechan el escaso o nulo control legal para surtir a sus sicarios, agrega.
Juzga y recrimina: es hipócrita que el Departamento de Justicia de Estados Unidos califique a los cárteles de las drogas como una amenaza para la seguridad nacional, en tanto no se controle la venta de armas en el país.
La gama de tiendas oferentes no es menor para los narco-compradores, pues asegura el diario estadounidense, existen alrededor de seis mil 660 armerías ubicadas cerca de la frontera con México, y su gobierno “ni rastrea el origen, ni el destino de las armas hasta que se hayan cometido algún crimen con ellas. “Una firme ley federal es urgentemente requerida para enfrentar a los homicidas cárteles como una amenaza a la seguridad nacional”, concluye The New York Times.
Pero eso no es todo. El reclamo a Estados Unidos bien puede ampliarse tanto al sector de las finanzas procedentes del narcotráfico, como a las mismas detenciones. Es el caso de la llamada Operación Xcellerator, una investigación que duró 21 meses por parte de los órganos de inteligencia del vecino país, que cerró el miércoles pasado y dio como resultado la detención de 755 integrantes en total, principalmente del cártel de Sinaloa que operaban en estados como California, Minnesota, Maryland, así como el distrito de Columbia, en Washington.
Un operativo que dejó, además de los detenidos, ciertamente peligrosos e integrantes de diferentes células de distribución, 23 toneladas de narcóticos, unos 60 millones de dólares, vehículos de todo tipo y armamento. Es decir, los narcotraficantes no son una amenaza para EU, hasta en tanto se vuelven incontrolables, porque en el camino mueven grandes cantidades de dólares entre sus propios bancos.
Además, que ni la agencia antidrogas estadounidense ni el Departamento de Justicia hacen hincapié, o en la detención de sus propios ciudadanos involucrados, ni en que su país es el mayor demandante y consumidor del mundo. Eso no es un problema de seguridad nacional. Es la paja en el ojo ajeno, pero no la viga en el propio. Sin que ello signifique que sea de menor importancia el narcotráfico en cualquiera de sus manifestaciones, del peligro que representa para la sociedad de ambos lados de la frontera.
Unos ponen los muertos, otros las armas. Pero lo mejor: manejan el dinero en los fondos de sus bancos, sin investigar el origen. Es el fondo de la actitud “hipócrita” de EU.
27/febrero/2009.
lunes, 21 de diciembre de 2009
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