lunes, 21 de diciembre de 2009

México-EU, la polémica

Los más de tres mil kilómetros que comparten como frontera territorial México y los Estados Unidos, están llenos de problemas de todo tipo.
Pero quizá no haya uno más delicado que el de los negocios ilícitos que se generan entre comerciantes de ambos territorios. Desde la frontera, sobre todo del vecino del norte hacia México, llegan mercancías legales, pero muchas ilegales. Destacan el tráfico de armas, el tráfico de drogas y el lavado de dinero.
El aumento de la inseguridad en la frontera de ambos países, por la actividad del narcotráfico, pero sobre todo por la guerra abierta que declaró el gobierno del Presidente Felipe Calderón a las bandas del crimen organizado desde su llegada al poder a finales del 2006, ha puesto a los dos países a la expectativa.
La ola de violencia —principalmente en México— desatada en casi todo el territorio por donde rondan las bandas de narcotráfico, especialmente en los estados del norte del país precisamente por el acceso al mayor consumidor de drogas del mundo, preocupa y también ocupa a los gobiernos de ambos países a buscar soluciones.
Ciertamente que los dimes y diretes están por encima de la relación entrambos. Pero las declaraciones del director nacional de Inteligencia de EU, Dennis Blair, en el sentido que el gobierno mexicano ha perdido el control de algunas partes del territorio debido al narcotráfico, ha generado duras reacciones de México.
A lo dicho por Blair acudió el secretario de Gobernación, Gómez Mont, diciendo que en México no hay un solo espacio del territorio nacional que escape a la dirección del Estado, por lo que son desafortunadas y poco serias las declaraciones de Blair. Además, agregó el secretario, el país sí tiene una estrategia integral que incluye combatir la corrupción en las instituciones de seguridad, algo que también deberían hacer los vecinos del norte, porque la corrupción y el narcotráfico no tienen fronteras. Por lo que el gobierno de EU debe actuar con verdad y responsabilidad, porque hoy en México la violencia tiene un propósito político, aparte que la seguridad no se puede negociar, sino conquistar.
En su reacción, el presidente Calderón rechaza que su gobierno haya perdido gobernabilidad en algunos puntos del territorio nacional. Lamentó que EU esté realizado una campaña de desprestigio contra México, y retó al vecino país a que se diga en qué parte del territorio no hay autoridad.
Ante empresarios de EU, Calderón exigió ir al punto que se quiera del territorio nacional para conocer el imperio del Estado. Y exigimos es un sentido de corresponsabilidad; este no es un problema exclusivo de México, sino que carcome a la sociedad consumidora, que es la estadounidense. Aparte, si es cierto que el crimen existe por la corrupción de las autoridades, agregó Calderón, lo cual es válido, cómo se explica un mercado tan grande de drogas sin la corrupción de ciertas autoridades en EU. Unas por otras.
A todo esto, pronto respondió el portavoz del departamento de Estado de EU, Robert Wood, diciendo que su país no ha lanzado ni urdido ninguna campaña contra México. “Tenemos sí, mucha preocupación, por la violencia que se está dando en la frontera, y no es un secreto que el gobierno mexicano también está muy preocupado por eso y está tomando las medidas necesarias para frenar la violencia”, dijo Wood.
Tampoco los legisladores mexicanos se quedaron callados. César Duarte, de la mesa directiva de la Cámara, calificó a EU de falta de calidad moral para descalificar a México, porque no cuenta a los involucrados de su país en el negocio, y porque en algún tiempo propuso a los países de Latinoamérica negociar con los cárteles de la droga.
Finalmente, Calderón acepta la disponibilidad de Barack Obama de trabajar en uno de los retos binacionales que se tienen en la materia: el crimen organizado.

12/marzo/2009.

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