México tiene un problema de distribución del ingreso severo. La aplicación del modelo neoliberal durante los últimos casi 30 años ha generado riqueza al grado de colocar al país en el lugar 18 de las economías del mundo. Pero el hecho que la economía mexicana se haya subido al rango medio de los países en desarrollo, no sirve de mucho cuando en términos reales se ha generado cerca del 60 por ciento de la población en pobreza.
La severidad del problema de distribución del ingreso radica en que más del 50 por ciento de la riqueza se concentra en el 10 por ciento de la población. De ahí los muchos cada vez más pobres contra los pocos cada vez más ricos.
Pero el problema de la distribución del ingreso no es sólo de México, sino de todos aquellos países que anidaron en su seno el modelo neoliberal, como ocurre en Latinoamérica. Incluso el problema ya es sólo de algunos países, porque en el mundo desarrollado los tiempos de Margaret Tatcher y Ronald Reagan son cosa del pasado.
Es más, hasta los economistas oficiales de instituciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI) han reconocido que el modelo es caduco hace años y sólo ha generado distribución inequitativa del ingreso y mayor pobreza. Y ni se diga con los economistas críticos del modelo, como el Nobel Paul Krugman, que critican la falta del crecimiento de las economías y con ellos del desarrollo.
Uno de los mayores problemas del modelo es que, para controlar variables como la inflación, la herramienta favorita es la contención salarial que se traduce en detener el alza de las quincenas de los trabajadores para que no suban los precios. A estas alturas la pérdida es enorme.
El otro problema es que, en el entendido que el libre comercio resuelve porque acomoda a cada quien en su lugar por la libre competencia, el abandono de cada actor a su suerte genera una quiebra paulatina, pero generalizada, de empresas y con ello de incremento del desempleo. El desempleo genera la economía subterránea y el empleo informal, aparejada a la inseguridad. La falta de apoyo crediticio por parte de los bancos, o en su caso de un aumento desbordado de tasas de interés, hace imposible el acceso a los recursos para invertir en un mercado de puertas abiertas donde muchas empresas extranjeras llegan con precios subsidiados. El caso de China que se ha abierto brecha en el mundo es típico, porque la ofensiva de las exportadoras es fuerte gracias no a los salaros tan bajos que pagan a su mano de obra, cuando al apoyo del Estado chino que subsidia a las empresas para derrotar a la competencia con una guerra de precios continua.
Por si fuera poco, la apertura comercial no sólo toma por sorpresa a la mayoría de las empresas otrora protegidas por décadas de puertas cerradas al mundo, y a la competencia del exterior, tampoco se acelera la desregulación para agilizar todo tipo de trámites por parte del Estado y apoyar con hechos a las empresas en una posible ofensiva de exportaciones.
Por eso, promesas como las del presidente Carlos Salinas de Gortari de que México entraría al primer mundo ya –-casi por el hecho de pertenecer al selecto grupo de países de la OCDE-–, se quedaron en veremos porque la terca realidad demostró otras muchas cosas que no se atendieron ni con decisiones políticas ni con apoyo de políticas públicas de Estado.
Por ello, los datos más confiables confirman que mientras el 60 por ciento de la población disminuye su participación en la distribución del ingreso nacional, el 10 por ciento la incrementa firmemente. Sin dejar de considerar que las capas medias son las que más han perdido en esta medición.
Una última consideración: aún con tasas de crecimiento favorable, en el actual modelo económico neoliberal, la concentración del ingreso aumenta tanto más que la pobreza. Dicho de otra manera: el crecimiento no basta para reducir ambos rubros. Pero sí es efectivo cuando de acumular riqueza se trata. Por ello un hombre como Carlos Slim escala posiciones cada vez, al grado de colocarse en el tercer lugar de los hombres más ricos del mundo, sólo detrás de Bill Gates y Warren Buffet. Hay riqueza en México, pero concentrada en pocas manos.
11/marzo/2009.
lunes, 21 de diciembre de 2009
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