Locuras de Fox

Sin más argumentos que los calificativos de “tontos y mentirosos”; así fue como reviró a los diputados del PRD y del PRI, el expresidente de México Vicente Fox Quesada, al rechazar el análisis de las cuentas públicas de los años 2002 y 2003 de su gestión, por las múltiples irregularidades.
Y todavía falta que la Cámara de Diputados revise las cuentas públicas del 2004, 2005 y 2006, a lo que habrá que sumarle las nuevas reacciones del expresidente, y las responsabilidades penales y administrativas que se deriven de tales inconsistencias, como corresponde a la Secretaría de la Función Pública y al levantamiento de la demanda correspondiente ante la Procuraduría General de la República, para que las investigue.
No es para menos porque, en los hechos —y en los dichos— el haber encargado la mismísima Presidencia de la República, o como dijo Fox, el “changarro” a otros —sin mencionar a quién o quiénes— para hacer activismo político, abría abierto entonces los huecos suficientes para que la señora Marta Sahagún diera manos libres a sus hijos, e hicieran de las suyas como buenos y exitosos empresarios, en perjuicio de los fondos públicos. No por algo se dijo también, que quien gobernó durante el sexenio fueron “los Fox”, o “la pareja presidencial”, y no precisamente el titular de la institución presidencial, que recaería en Vicente Fox.
Ante la reacción del expresidente por el desfalco en las cuentas públicas, los calificativos de “locura” no omiten los señalamientos de “corrupto” por parte de los diputados, en los varios niveles referentes todos al despilfarro, en lo que alcanzó el calificativo de “sexenio perdido”.
Pero si las cuentas del 2002 y del 2003 tienen anomalías, como lo referimos en este espacio el pasado 18 de abril, la del 2006 va por el mismo camino. Y los datos son también de la Auditoría Superior de la Federación, el órgano fiscalizador de la cuenta pública auxiliar de la Cámara de Diputados.
Algunos de los programas más cuestionados por los diputados de las representaciones en la Cámara son el de Enciclomedia y la Biblioteca José Vasconcelos, pero abundan. Según el informe de la ASF, en el último año del gobierno de foxista se encontraron inconsistencias por un total de 33 mil 187 millones de pesos, y las cifras más elevadas resultaron en el rubro educativo, la educación pública, con 7 mil 596 millones de pesos; en energía con 4 mil 123 millones, y en Hacienda y Crédito Público, unos 2 mil 476 millones de pesos.
Pero el programa Enciclomedia no justificó el destino de 4 mil 857 millones de pesos, porque fracasó la cobertura que se pretendió en todos los grados de la educación primaria y secundaria. Así, con los resultados de programa Enlace 2006, se tuvo que los alumnos del quinto grado de primaria atendidos por Enciclomedia, alcanzaron en promedio 496 puntos, ni más ni menos que 24 punto abajo de aquellos escolares que no contaron con dicho programa y sumaron en promedio 520 puntos.
En el mismo rubro, al evaluar el fideicomiso para el financiamiento a la vivienda para maestros, se incumplió con la meta global de de otorgar 80 mil créditos para gastos de enganche y escrituración en la compra de vivienda usada o nueva. Si en 12 años (1994-2006) se habían otorgado sólo 43 mil 233 créditos —50 por ciento de la meta—, tan sólo al cierre del 2006 dicho fideicomiso recibió ese mismo año 151 millones 569 mil pesos, una bolsa que controla la lideresa del SNTE, Elba Esther Gordillo.
Caso similar el de otros fideicomisos constituidos con recursos públicos, figura bajo la cual durante el 2006 las instituciones federales manejaron 91 mil 213 millones de pesos, aunado a que “no existe un sistema donde se inscriban o registren la totalidad de los actos jurídicos que reciben recursos públicos federales, lo cual es contrario a los postulados de transparencia y rendición de cuentas que facilitan una adecuada fiscalización superior”, según el dictamen de la propia ASF retomado por la Cámara de Diputados.
Así, bajo el calificativo “lo loco no le quita lo corrupto”, a Vicente Fox, tampoco lo exonera de la responsabilidad por el manejo de los recursos públicos durante el sexenio.

21/abril/2009.