La crisis económica está peor de lo que parece a primera vista. La realidad comienza a desbordarse, porque para la economía mexicana el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, anuncia un panorama nada halagüeño. Y si la crisis es complicada para el 2009, peor lo será durante el 2010.
El titular de Hacienda ha dicho que en el año entrante la crisis desbordará, tanto o más que otros años, y que otras crisis. Incluso, expresa: “estamos hablando de una crisis superior a la del 1929”. Se dice fácil. Lo que no dice es si este complicado panorama es sólo para México. Porque lo es también para el mundo, comenzando por la economía de Estados Unidos que arrastra al resto de las economías, que igual pasan por una situación de trastocamiento profundo.
Se veía venir. Pero ahora resulta que hay culpables, y en primer lugar está la influenza. Esa rara epidemia —real y peligrosa por los efectos, que más parece prefabricada— que todavía está fuera de control, pero es buen pretexto para culpar a alguien o algo. Hoy resulta que fueron las medidas preventivas, que nada le costaron al gobierno, la auténtica cortina de humo de la que vox pópuli, se colgó el gobierno para tapar el impacto de la crisis. De ese tamaño fue en engaño.
Pero no sólo fue la amenaza externa, como se dijo inicialmente. No obstante la ola de afuera no afectaría a la economía de México. Todavía más, que el país estaba preparado para enfrentar la contingencia. En ese sentido lo dijo Calderón en múltiples ocasiones. Pero ahora resulta que siempre no. O mejor dicho, que siempre sí hay crisis económica y que es demasiado profunda. El dato del INEGI es que el PIB del primer trimestre fue del 8.2 por ciento menor. Para una caída del 5.5 por ciento anual, según la SHCP.
Pero que lo de ahora no es nada, porque será peor durante el 2010. Problema, que no hay dinero y se echará mano de los fondos de reserva, meterle mano al fondo de estabilización petrolera, a los seguros de cobertura y a los excedentes del Banco de México. Pero ¿por qué la urgencia, según Carstens?, ¿porque las arcas del gobierno están vacías?
Ahora resulta que los recursos de Pemex de plena Jauja petrolera se los llevó el viento. Un viento que recorre las cabañas de “los pinitos” de Vicente Fox en Guanajuato. Por cierto que las administraciones del PAN no se han distinguido por su rigor en el manejo de los recursos públicos. Basta ver los cuestionamientos a Fox y Calderón por la Auditoría Superior de la Federación, para percatarse de ello. Los subejercicios de todo el sexenio de Fox, pero también los que ya acumula el gobierno actual.
Ahora resulta que el gasto público del gobierno tiene una urgencia por 300 mil millones de pesos, según el titular de Hacienda. Cantidad equivalente al 10 porcentual presupuestal del presente año, o al 1.5 por ciento del PIB. Muchísima lana. Pero, ¿por qué falta tanto?, ¿en qué se ha gastado? No se explica por ejemplo en dónde están los 170 mil millones de pesos “que se han dado en apoyos”. Es responsabilidad del PAN. El Presidente debe aclarar en dónde están los recursos. Porque Carstens se limita argumentar que el agujero es porque se cayó la recaudación. Pero recuérdese que el tema de los impuestos es una vieja polémica, porque no se quiere tocar a los grandes empresarios de este país, sino al populacho con la espada de Damocles, la amenaza del aumento en medicinas y alimentos todavía latente.
Este año todavía la libra el país, pero el enterante no. Hacienda amenaza con echar tijera de la burocracia, disminuir el gasto corriente, reducir al personal de honorarios, bajar los gastos en energía, entre otras medidas. O de lo contrario, se tendrá que acudir al endeudamiento público.
No obstante el dinero no se usa para los proyectos de infraestructura —al estilo keynesiano de inversiones del Estado para jalar a otros sectores y empujar al crecimiento y contrarrestar así el impacto de la crisis—, ahora resulta que requiere elevar la recaudación para sobrevivir. Bueno, para que soliviante el país el peso de la crisis. Si nos atenemos a la conducción panista, nos espera lo peor.
20/mayo/2009.
miércoles, 23 de diciembre de 2009
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