lunes, 21 de diciembre de 2009

El día “d” Obama

Desbordado. Así es el optimismo que expresa el gobierno panista del actual presidente Felipe Calderón Hinojosa, ante la llegada del invitado especial, Barack Hussein Obama, el presidente de los Estados Unidos a México el día de hoy.
No obstante, como viene con una agenda muy limitada y definida, referente a la defensa de sus intereses en materia de seguridad nacional, no hay mucha tela de dónde cortar respecto a otros resultados. Por lo que el optimismo de PAN está en veremos.
Pero no es así para el gobierno de Calderón, como no lo es para los panistas prominentes que se han pronunciado por los presuntos beneficios de la visita del presidente Obama.
Para el coordinador del Senado, el panista Gustavo Madero, por ejemplo, la visita de Obama es positiva, así como de una gran oportunidad para consolidar y estrechar la relación de cooperación entre dos países en aspectos tan importantes como la seguridad, el tema económico y la migración. Es, en verdad, agrega Madero, una visita positiva, constructiva y una gran oportunidad para México.
Otro tanto supone el líder del PAN, Germán Martínez Cázares, que la visita de Obama será de “compromisos mutuos en la seguridad mutua”, además de hacer votos (que no entreguismo) para que la visita redunde en cooperación entre vecinos, y en acuerdo entre vecinos. Lo que sea, menos sinónimo de división. El consuelo de remate: “Hacer votos desde el PAN para que las reuniones (Obama-Calderón) redunden en beneficio de nuestros pueblos”. Eso no hace referencia al tipo de beneficios.
Pero el tamaño del blindaje de Obama de su limusina, bestia, es el tamaño de blindaje temático. Y bastan tan sólo dos ejemplos: migración y muro fronterizo.
Pese a las promesas de Obama de que a su llegada a la Casa Blanca retomaría el asunto de los migrantes, porque los electores hispanos lo respaldaron con el 66 por ciento de votos en su elección previa, y él mismo procede de migrantes (de padre africano), las asociaciones sindicales y líderes comunitarios se cuestionan su cumplirá su promesa. Pero la misma Casa Blanca reconoce que la situación de crisis ha pospuesto la reforma migratoria hasta por lo menos el 2010. Por eso mismo, porque no es una prioridad de Obama, no habrá reforma migratoria, lo que le pega directamente a México, con sus casi 7 millones de inmigrantes, porcentaje mayor al 30 por ciento de los migrantes en EU.
Además, con la designación de Alan Bersin, como el nuevo zar de la seguridad fronteriza con México, aquél hombre que operó la polémica y agresiva Operación Guardián (edificación de barda triple, luces de extrema potencia, equipo militar con visión nocturna y vigilancia las 24 horas), Obama no dará reversa a la controvertida edificación del muro de la ignominia, que atenta directamente contra la mano de obra mexicana. De esa designación se hace cargo la misma Janet Napolitano, la secretaria de Seguridad Interna del gabinete de Obama. Barreras, frente a los problemas de México, más que soluciones, trae el señor Barack Obama en su primera visita a un vecino del sur. Pese al optimismo del panismo y del propio Felipe Calderón.
Pero está claro que, en la defensa de sus intereses geoestratégicos y geopolíticos, la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado es excelente pretexto para arremeter afectando a México, antes que colaborar en soluciones de ambos lados de la frontera. Las inversiones son otra cosa. Particularmente en energía, donde EU tiene parte del pastel. No se sabe todavía cuánto cederá Calderón a Obama con la nueva refinería. Ese es otro cantar que se dio a conocer un día antes de su arribo. Por algo.
Lo cierto es que, en situación de crisis económica, lo que Obama quiere es proteger los empleos de la mano de su país, y no tanto coadyuvar a que su vecino del sur resuelva su desempleo. Al señor Obama no le importa que Calderón se haya vendido con los mexicanos como el “presidente del empleo”. La renovación de EU con México, Obama-Calderón, no pasará de una oferta envilecida. Pero el PAN dice otra cosas: Obama, Obama…

15/abril/2009.

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