lunes, 21 de diciembre de 2009

El crimen organizado, organizado

Salvador González Briceño

El narcotráfico y el crimen organizado van de la mano; son actividades ilícitas que trabajan con fines de lucro y atentan contra la tranqulidad y la estabilidad social, porque actúan a la sombra de la impunidad y el ejercicio de la violencia, con el uso de lo más sofisticado de la ciencia y la tecnología.
Las operaciones de los narcos se realizan de manera estrictamente coordinada, desde las cabezas que dirigen los cárteles, los coordinadores regionales o estatales, hasta los “burreros” que la distribuyen en las calles o en las plazas, o la venden en las “tienditas”.
Es verdad que son unas pocas las bandas que trabajan en el narcotráfico en México. Basta con ver la lista que publicaron apenas los medios, difundida por la Procuraduría General de la República (PGR), para darse cuenta que las cabezas de los cárteles son unos cuantos, pero muy peligrosos.
Ahí destacan gentes del cártel del Pacífico, como El Chapo, Guzmán (señalado éste por la revista Forbes por subir al pedestal de los multimillonarios), El Mayo Zambada, José Esparragoza, El Azul, Vicente Zambada, Vicentillo, recientemente detenido por la PGR, etcétera.
Es verdad que el crimen organizado no aumenta en un país sin corrupció o contubernio de las autoridades; el involucramiento llega hasta las esferas más elevadas del poder. En México hay infiltraciones del narcotráfico hasta el picaporte de Los Pinos, en más de un sexenio.

Negocio lucrativo

Pero la gama de asuntos ilícitos que realizan otras bandas, mafias o pandillas de criminales, se extienden más allá. Van desde el tráfico de armas, la información militar e industrial (como sucedió después de la caída de la Unión Soviética y todo el bloque socialista tras la caída del Muro de Berlín), los materiales radioactivos, la venta ilícita de obras artísticas o tesoros arqueológicos; pasando por el secuestro, el lavado de dinero, los falsificadores, la trata de blancas, el tráfico de personas, de órganos humanos, de embriones, de animales, etcétera.
Pese a la ilicitud de sus dividendos, las actividades delictivas representan un sector importante como agregado de la economía mundial. No por algo, entre las principales fuentes de ganancia ilegal están, el tráfico de drogas, el fraude bancario, los fraudes de tarjeta de crédito, las insolvencias punibles y los delitos societarios.
El grueso de los recursos procedentes de estas acciones desemboca en el sistama financiero y, salvo demanda de un juez de por medio, los bancos difícilmente investigan el origen de dichos depósitos.
Pero el crimen organizado actúa bajo criterios empresariales, y con una estructura perfectamente armada para perseguir los fines de las más alta rentabilidad, o de ganancia para sus integrantes. El uso de tecnologías de punta, y la conectividad que proporciona el internet, nacionaliza y trasnacionaliza los hurtos, las organizaciones del crimen conectan los negocios a nivel internacional; también los capitales se globalizan.
El lamentable ejemplo de México. Según declaraciones del subdirector de la DEA, Anthony P. Placido, “Ningún otro país de mundo tiene un impacto en la situación de las drogas en Estados Unidos como lo tiene México”. Y de eso han de responder los cárteles mexicanos: el del Pacífico, el del Golfo con los Zetas, de la Familia Michoacana, el de los Arellano Félix.
Entre ellos, según datos del departamento de Estado, de EU, los carteles mexicanos tienen ocupadas a unas 150 mil personas que movilizan dinero hasta por 25 mil millones de dólares. Pero también EU. Allá hay 67.7 millones de fumadores de marihuana de una vez en la vida; 20 millones que la fumaron en el último año: 5.3 millones de una vez la semana; 3.1 una vez al día. Es un mercado enorme, que además, se alimenta con un 50% del autocultivo. Según los datos: EU produce entre 6 mil y 7 mil toneladas, equivalente a la producción de México, primero en el mundo, con 7,000 toneladas. Tan sólo una muestra del mercado, las gentes y los recursos que mueve una de las actividades ilícitas, como el narcotráfico. Para muestra, un botón.

25/marzo/2009.

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