Cumbre sin consenso

Rebasadas las expectativas, con algunos acuerdos pero sin consensos, terminó la V Cumbre de las Américas, donde Barack H. Obama, el presidente de los Estados Unidos, se llevó la reunión que se realizó en Puerto España y concluyó ayer; Cuba fue la gran ausente, y Hugo Chávez, de Venezuela, resultó ser el principal promotor de la unidad Latinoamericana, después de Lula da Silva de Brasil, Michel Bachelet de Chile y el propio Patrick Manning, el anfitrión y primer ministro de Trinidad y Tobago.
Luego de tres días de discusión de los 34 presidentes, reunidos en ese pequeño país compuesto por un archipiélago de 25 islas —donde Trinidad y Tobago ocupa las dos principales—, que está ubicado al sureste de América Central frente a las costas de Venezuela, hubo algunas sorpresas que fueron más allá de lo previsto, aunque igual abundaron las diferencias como era de esperarse.
El documento para firma no consensó. La “Declaración de Compromiso de Puerto España”, que fuera redactado desde julio de año pasado nunca se actualizó y dejó fuera lo que era imposible de prever: el nuevo acercamiento entre los presidentes de los EU, Obama, y los países del hemisferio, la voluntad histórica de recomponer la relación con Cuba, y la ayuda financiera que se prometió para superar la crisis en Latinoamérica.
“Lo que se acordó es adoptar el documento y reconocemos que no fue unánime. No hubo unanimidad pero si hubo consenso. Y los jefes de Estado aceptaron que el presidente de Trinidad y Tobago debía firmarlo, como presidente de la cumbre”, refirió el propio Manning.
Es decir, no hubo declaración conjunta, pero los participantes se mostraron optimistas en que el encuentro podrá superar situaciones y vacíos que surgieron durante la administración de George W. Bush, el antecesor de Obama. A ello contribuyó el presidente de EU cuando refirió: “Mostramos que aunque tengamos nuestras diferencias, podemos y debemos trabajar juntos en cuestiones en las que tengamos intereses comunes. Mostramos que no hay ni grandes ni pequeños socios en América, sólo somos compañeros, comprometidos en avanzar en una agenda común con retos comunes”.
Respecto a Cuba que no goza de mención alguna en el documento final, pese haber sido tema de los tres días de discusión, las denuncias en contra del bloqueo o el embargo a la isla que data desde 1962 no se hicieron esperar, y a ello contribuyeron varios presidentes. Incluso José Miguel Insulza, el titular de la Organización de Estados Americanos (OEA), propuso suspender la resolución que dejó fuera de este organismo a Cuba, porque en la actualidad resulta insostenible.
A ello, Obama replicó que la situación no cambiará de la noche a la mañana con la isla, además, “la prueba para todos nosotros no son simplemente palabras sino también hechos”. Y hasta lanzó propuestas: que Cuba libere a los presos políticos, que permita más libertades y reduzca las cuotas a las remesas que llegan a la isla desde EU.
Así, en el limbo quedaron los 97 puntos anexos del documento final, pero hay una nueva esperanza para la región con la actitud del presidente Barack H. Obama.
Sin embargo, pese al optimismo de Chávez de que la cumbre casi se acercó a la perfección porque reinó la cordialidad; de Bachelet para quien la participación de Obama servirá para superar más fácilmente la crisis económica; y al presidente hondureño, Manuel Zelaya, para el cual el presidente de EU se ganó la voluntad de América Central, las cosas se quedaron para luego.
Por “Las venas abiertas de América Latina” siguen corriendo esencia, no obstante la primera edición date desde 1971, y escrita por un autor muy apreciado entre los latinoamericanos: Eduardo Galeano. Ahora que Obama lo recibió de manos de Chávez, se espera que los estadounidenses comprendan al menos una parte de las ofensas que los imperios del Reino Unido, Estados Unidos, España y Portugal, han aplicado desde que rigen las normas de la colonización europea primero, y luego la voracidad del imperio estadounidense; que la región latinoamericana no merece dádivas sino respeto: un trato de igual a igual pese a la dificultad de fondo con el imperio vigilante de sus amigos. No. De sus propios intereses.

19/abril/2009.