lunes, 21 de diciembre de 2009

Crisis, ¿hasta dónde?

Zozobra el barco. La incertidumbre pulula entre los sectores productivo y especulativo, porque no se sabe hasta dónde llegará la crisis económica, cuándo tocará fondo porque apenas estamos en el inicio del ciclo que apunta a la caída y cuánto golpeará el bolsillo de la gente. Las personas de a pie son las más angustiadas, porque como siempre resultan las más golpeadas.
Pese a la obstinación del gobierno de Felipe Calderón y su gabinete económico, de que está preparado para enfrentar los embates de una crisis que tiene doble efecto porque llega de afuera, pero se genera desde aquí, los indicadores económicos muestran que el destino nos alcanza porque la recesión llegó.
Y entre los efectos que afectan la vida cotidiana de las personas, está la pérdida de empleo, del ingreso y la caída del bienestar de los mexicanos a causa del derrumbe financiero que se origina en Estados Unidos y repercute en el mercado internacional, entre ellos el nuestro.
Es decir, que las políticas neoliberales que se han aplicado en nuestro país a instancias de los organismos financieros internacionales, el FMI y el Banco Mundial, desde que llegó al poder el presidente de la renovación moral, Miguel de la Madrid a la fecha, no han conseguido que la economía emprenda la senda del crecimiento.
No obstante, se presume que los controles macroeconómicos de las políticas fiscal y monetaria restrictivas, han contribuido a la estabilidad del mercado interno y a la creación de empleos. Visión optimista que se difunde desde los gobiernos emanados no sólo antes del PRI, sino también ahora por los del PAN.
Y pese que el optimismo cala hondo en voceros como el secretario de Hacienda, Guillermo Ortiz, cuando afirma que la economía se enfila al peor desempeño de la década desde 2001-2002, cuando el PIB fue menos 0.2-0.8 por ciento, respectivamente, lo cierto es que el fondo no se ve.
Los motores de la economía están débiles. La actividad productiva –particularmente el sector manufacturero-, el consumo interno y las exportaciones hacia EU particularmente, así como el crédito bancario y las remesas de los mexicanos en EU, que decrecen; lo que repercute en la creación de empleos, porque de los apenas 200 o 250 mil que se generan, la demanda está por arriba del millón 200 anual.
Y en tanto el barco zozobra, los miles de millones de dólares acumulados tanto por las remesas como por los ingresos petroleros de los últimos meses de Jauja, producto de los altos precios internacionales, se invierten en estabilizar el mercado financiero especulativo de la bolsa y el cambiario.
Y no es gratis que hasta los mismos empresarios mexicanos agrupados en Canacintra, por ejemplo, o el mismísimo Carlos Slim, se quejen de la relativa parálisis del gobierno de Calderón por las tibias medidas que están tomando él y su gabinete, para enfrentar la crítica situación.
Esas son algunas de las preocupaciones que se están vertiendo en el llamado foro: México ante la crisis, ¿qué hacer para crecer?, que organiza el Congreso de la Unión y se realiza en San Lázaro.

10/febrero/2009

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