“El agua será —de manera creciente— un factor limitante para el futuro desarrollo del país. Si no se toman las medidas de fondo para corregir esta situación, la escasez del líquido se convertirá no sólo en freno al progreso, sino en amenaza a la salud e incluso a la sobrevivencia de la población. La medida primordial para la conservación y uso racional del agua es orientada a los usuarios a reducir desperdicios utilizando mecanismos y formas de ahorro. Se necesita de la cooperación de todos para cobrar conciencia sobre la importancia de conservar este bien natural.
“Es impostergable actuar sobre la reducción de la demanda y no sólo sobre el aumento de la oferta: se requiere cambiar la mentalidad sobre el uso y lograr una mejor relación entre consumo y costo; estos dos aspectos permitirán conservar un bien escaso y proteger el equilibrio ecológico de la cuenca del Valle de México. El programa de uso eficiente del agua contempla mejorar la recaudación, revisar las tarifas, dar mantenimiento a las redes, favorecer el cambio de muebles sanitarios, fomentar el tratamiento y reutilización de agua, y establecer racionalmente selectivos —cuando así lo exija el interés mayoritario—. Asimismo, las inversiones de infraestructura que se realicen deberán ser evaluadas con un estricto sentido de equidad en función del número y rezago de los habitantes.
“Los componentes son: 1) Protección de las zonas de recarga de los mantos acuíferos; 2) Consolidación de la infraestructura de abasto, distribución y drenaje; 3) Racionalización del consumo y administración de los sistemas; 4) Manejo integral del sistema hidráulico; 5) Ahorro y uso eficiente de agua; 6) Concentración para una nueva cultura del agua; 7) Tratamiento y reutilización.” (Jorge Gamboa de Buen, Ciudad de México, FCE, 1994, p. 165-166).
El diagnóstico a nivel nacional existe, tanto como el de la Cuenca del Valle de México. Los números están sobre la mesa, y los problemas no son de ahora. Lo nuevo son las autoridades que se renuevan periódicamente y dejan las cosas como están. Hoy brinca nuevamente el problema porque habrá corte del servicio durante los siguientes cuatro días (del 9 al 12) en el suministro del agua potable. Y los afectados serán al menos 700 mil personas de 337 colonias, tan sólo en el DF.
La falta de suministro es por trabajos de mantenimiento en el Sistema Cutzamala. Eso ha informado el director del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, Ramón Aguirre Díaz. La severidad responde a que los pozos y tanques de la ciudad no están a su capacidad; al igual que el Cutzamala, que tiene uno de los niveles más bajos y caerán si no llueve en tiempo.
Pero la verdad es que nadie le entra al toro por los cuernos. La red de suministro es una coladera en toda su extensión. Además el subsuelo de la Ciudad de México no ayuda por los hundimientos, los temblores, etc. Y luego, para los gobiernos, no hay más responsables que los ciudadanos, porque a ellos se les carga el consumo, aunque el agua se haya esfumado antes de llegar a los hogares. Lo cierto es que el mantenimiento es anquilosado. El único gobierno del DF, en su caso, que le metió recursos para reparar la red de abastecimiento fue el último regente priista, Óscar Espinosa Villarreal. Y eso de manera parcial. Hay tubería desde la década de los años 60, si no es que más vieja, que sigue enterrada.
Aún antes, el también regente Manuel Camacho Solís, prometió meterle fondos públicos, pero no lo cumplió. Sólo adquirió aparatos de medición para ubicar las fugas e ir directamente, pero nada más. Ni se diga con los gobiernos perredistas, porque ninguno ha intentado resolver el problema.
La red de abastecimiento del agua potable sigue envejeciendo. Últimamente, el Jefe de Gobierno Marcelo Ebrard, ha cambiado tuberías del Centro Histórico de la ciudad, en el contexto de la remodelación. Pero el resto de la ciudad sigue padeciendo el problema.
No son obras que se vean, por eso no interesa. Las acciones de relumbrón se quedan en eso. No obstante, ahora, se ofrece el reparto mediante 500 pipas que trabajarán las 24 horas, y entregarán más de 24 mil garrafones de agua para beber y preparar los alimentos. Habrá un sábado de gloria son agua. Paliativos para un añejo asunto, de lo que más parece una bomba de tiempo.
7/abril/2009.
lunes, 21 de diciembre de 2009
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