jueves, 24 de diciembre de 2009

Refinería

El agrónomo Abelardo Escobar Prieto, fue anunciado a finales de noviembre de 2006, por el entonces presidente electo, Felipe Calderón Hinojosa, como secretario que sería reelecto al frente de la Secretaría de la Reforma Agraria por su lealtad al proyecto del PAN. Escobar había sido nombrado por Vicente Fox en esa posición el 25 de marzo de 2006, en sustitución de Florencio Salazar Adame.
La consigna de Calderón, entonces, fue que Escobar “terminaría con el rezago agrario, resolvería los problemas de tenencia de la tierra u abriría nuevas perspectivas y oportunidades de superación para la gente del campo mexicano”. Nada de eso se ha logrado. Como muchas, estas se quedaron en buenos propósitos del presidente ahora en funciones.
Como tantos otros secretarios de Estado, los designados por los gobiernos panistas de Fox y Calderón, no han dado más resultados que los del beneficio personal. Al fin fieles al proyecto empresarial de los panistas, por un lado, y a su cobro de facturas por las aportaciones que le hicieron en su momento a las campañas electorales. Cobros de facturas, nada más.
Ahora, como buen panista o representante de los intereses del PAN, el Secretario de la Reforma Agraria, Abelardo Escobar, se ha metido en el asunto de la disputa por ganar la refinería de Petróleos Mexicanos, para un estado gobernado por el PAN. Ha dicho que el estado de Guanajuato lleva ventaja sobre Hidalgo en hectáreas susceptibles de ser donadas a la paraestatal para la construcción de la refinería.
Y, como si fuera sólo un asunto de piso, el dicho de Escobar refiere que Guanajuato puede ofrecer 501.01 hectáreas, de las 408.10 que inicialmente estaría en condiciones de donar para tal efecto. Eso significa que Guanajuato posee más tierras para ofertar a Pemex sobre Hidalgo, quien sólo puede donar 493.35 hectáreas de suelo.
Es decir, como el titular de la SRA no resuelve los problemas de los campesinos, como se comprometió y lo condicionó en su momento el titular del Ejecutivo, Felipe Calderón, ahora está tratando de resolver los problemas de tierra para ganar la refinación de Pemex a un estado gobernado por el PAN.
Como si no se supiera que el manejo del asunto es político. Con todo y que el titular de la paraestatal petrolera mexicana, Jesús Reyes Heroles, argumente que se trata de un asunto meramente técnico. Y, por tanto, la decisión tiene ese trasfondo. Esto es, que si así fuera, de todas maneras las mayores ventajas las sigue teniendo el estado de Hidalgo.
El propio Reyes Heroles ha dicho que la posición de Hidalgo es estratégica, y que la construcción de la refinería representaría un ahorro para Pemex de unos 1,500 millones de dólares. Por la simple y sencilla razón de que el combustible viene del sureste y se tiene que transportar desde allá por oleoducto y esa obra es más barata construirla para Hidalgo que para Guanajuato. Además de la postura céntrica de Hidalgo, para la posterior distribución del combustible procesado.
Pero para Escobar pareciera no ser así, y limita el caso a un problema de terrenos. Con todo y que haga ruido en ese sentido para tratar de ganar algo para el PAN, o el interés de los panistas. Como si, además, el estado de Guanajuato estuviera gobernado por lo siglos de los siglos por el PAN.
El asunto sigue siendo político. Con todo y que la propia Beatriz Paredes haya dicho ayer que es una simple cuestión técnica. Y que por eso no opina más. Pero el tema de la refinería estuvo amarrado desde que se discutió y se aprobó la reforma a la Constitución en el Congreso, para permitir la entrada de capitales privados a la paraestatal en todas sus áreas. Por eso se aprobó con mayoría de votos. Si no, ahí están las concesiones de la región de Chicontepec a la iniciativa privada —las petroleras gringas texanas— estadounidense.
Un tema otrora tabú para mexicanos y legisladores, desde el nacionalismo que elevó la nacionalización de las petroleras que hizo Cárdenas. El bueno, Lázaro, no el hijo o el nieto que no alcanzaron la estatura de estadista y uno de los más grandes presidentes que ha tenido México.
Por eso mismo, la propia SRA que encabeza Abelardo Escobar Prieto, se encargó de rechazar a la asamblea de dominio pleno del ejido de El Llano, lo que causó retraso en el cierre del primer polígono ofrecido por el gobierno de Hidalgo a Petróleos Mexicanos. Otra vez la mano de la SRA.
Así, en el interés de intentar ganar para Guanajuato la refinería que traerá grandes beneficios para el estado donde se construya, Escobar presume que el estado representa 7.65 hectáreas. Ignora que el destino de la refinería no es tema de terrenos. Eso sí, en la SRA abundan los retrasos para resolver las controversias por tierras entre los hombres del campo, de casi todos los estados del país, pero la prestancia del titular está en resolver los terrenos en Guanajuato para ponerlos a disposición de Pemex.

27/julio/2009.

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