miércoles, 23 de diciembre de 2009

Las dos Corea

Dice el refrán de los abuelos que si las cosas fueran fáciles, cualquiera las haría. Y sólo un ignorante de los hechos, ya no digamos del origen de los conflictos internos de los países, o de los problemas entre países y de su historia, haría afirmaciones tan disparadas como en su momento el presidente mexicano Vicente Fox Quesada, cuando se ofreció como “promotor” para la reconciliación de las dos Coreas, tal y como prometió resolver el conflicto de Chiapas en 15 minutos, cuando todavía era candidato presidencial.
Entre el cinismo y la idiotez; palabrería sin sentido. Así resultó la larga lista de promesas que el presidente en funciones, Vicente Fox (entre el 2000 y el 2006), ofreció como resultado de todo un sexenio que en un principio parecía ofrecer cualquier tipo de promesas, con el garlito del cambio y la alternancia. Pero nada, su política exterior no pasó del tour y el suvenir familiar y con los cuates. No hubo avances, más bien fueron retrocesos. Y todavía no se juzga en toda su dimensión el alcance del desgobierno que practicó el ahora primer expresidente de extracción panista mexicano.
Pero, no hablemos más. Sólo agregaremos que, seguramente, el mundo extraña las habilidades negociadoras de Fox. No se diga las verbales, sino las del cabildeo. La negociación que ahora se requiere para convencer a Corea del Norte de no practicar más pruebas nucleares subterráneas. Es la petición de las Naciones Unidas; es una demanda mundial. Y no tanto porque se trate de una suerte de imposición desde Washington, en Estados Unidos, sino porque el mundo está lejos ya de las lamentables condiciones históricas de la guerra fría.
Y no tanto porque las políticas de imposición en la geopolítica mundial de EU hayan variado desde la posguerra, porque sigue los mismos preceptos imperiales, sino porque el mundo ya no está para pruebas nucleares. Con todo y que sean subterráneas. De por sí el mundo se está acabando. Mejor dicho, se lo están acabando los países capitalistas desarrollados, los de la globalización desbordada que se aplica en todos los rincones del planeta.
Pues bien, el 5 de junio de 2001, las planas de los diarios mexicanos se llenaron de encabezados con las promesas de Vicente Fox, de ofrecerse como promotor de una propuesta de unificación entre Corea del Norte y Corea del Sur. El problema lo abordaría, de la misma manera que prometió cuando todavía era candidato presidencial en diciembre de 1999, resolver el conflicto en Chiapas que subsistía desde el levantamiento el 1 de enero del 2004, en 15 minutos. Para lograr así la pacificación.
Por ello, en su momento y en Seúl, el presidente de Corea del Sur, Kim Dae Jung le aplicó —como decimos— cachetada con guante blanco, cuando le reviró a Fox conocer su “espíritu de tolerancia y reconciliación que inspira el involucramiento de Vicente Fox en la búsqueda de una solución pacífica al conflicto de Chiapas”. Y no pasó nada. Promesas sin conocimiento de causa.
No obstante las reacciones ahora de las pruebas nucleares del gobierno de Pyongyang, son condenatorias. Desde Barack Obama, Naciones Unidas, México y buena parte del mundo. Todos los países urgen a resolver el conflicto regional, dado la amenaza que representa el lanzamiento de los tres misiles por parte de Corea del Norte.
Los países se pronuncian contra la proliferación de la energía nuclear en la zona. No obstante, también se olvidan que las armas nucleares siguen en pie por parte de las grandes potencias —al menos EU y Rusia, ahora—, y que ningún programa se ha aprobado para el tan llevado y traído desarme nuclear.
No obstante, la reunión urgente del Consejo realizada en y a instancias de Japón, devino en una respuesta condenatoria inmediata. Por su parte el régimen norcoreano informó que durante su segunda prueba nuclear ocasionó una explosión de 20 kilotones potenciales y lanzó tres misiles de corto alcance. Una prueba de mayor alcance que la del 9 de octubre de 2006 que generó un temblor de 4.5 grados Richter, e igual ocasionó reacciones condenatorias.
Hacen falta las gestiones de Vicente Fox para negociar. Faltaba más.

25/mayo/2009.

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