miércoles, 23 de diciembre de 2009

Proyectos (esperanzas) del PRI

Todavía no era oficial la derrota del PAN —al menos en la pizarra del IFE, aunque sí en los conteos rápidos—, cuando ya el Presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, anunciaba en su mensaje a la nación el mismo 5 de julio pasaditas las 21:00 horas, el llamando a negociaciones al nuevo poder legislativo que se integraría en la Cámara de Diputados.
Incluso se dijo que Calderón habría cambiado dos veces el sentido de su discurso, antes de salir en la televisión por cadena nacional, el mismo día de las elecciones. Su llamado a revisar la agenda, estaba ya fuera de lugar, porque lo dijo sin considerar que ya no es él quien tiene la batuta para presentarla, sino que ahora le corresponde al partido opositor.
A ver. No quiere decir que el presidente no tenga iniciativas ni propuestas, sino que ahora los temas mismos de la agenda ya no dependen de él, y sobre todo las prioridades. Calderón ya perdió el derecho de iniciativa que tenía siendo de mayoría panista en el Congreso. Al menos los temas dependerán ahora más del PRI que del presidente. En otras palabras, ahora el partido mayoritario, a partir del 1 de septiembre, tendrá sus propios temas. Y el presidente Calderón tendrá ahora que negociar la viabilidad de sus iniciativas antes de subirlas a la tribuna.
Así lo ha dicho, expresamente, y es lo menos que la sociedad esperaría del PRI, su dirigente nacional Beatriz Paredes Rangel. El PRI fijó ya la agenda nacional al gobierno de Felipe Calderón. Y será en aquellos temas sobre los cuales, injusta y precisamente, el PAN no hizo la tarea por desinterés o porque sus prioridades son otras. Temas que preocupan a la gente, a los mexicanos, a los votantes que decidieron quitar la iniciativa a un PAN que dio la espalda a la sociedad.
Entre lo primero de dicha agenda, ha anunciado la presidenta del PRI, se encuentra una ley para paliar los efectos de la crisis económica y el desempleo; es decir, una nueva ley de emergencia económica. Pero el asunto no para ahí. Se trata de rediseñar también nuevas políticas públicas en materia de inversión por parte del Estado, de tal manera que se revierta el impacto fallido de los programas del gobierno federal actual y que tanta falta le hace al país. Para eso se armará un equipo de analistas económicos para sacarlos adelante.
Así, el PRI da marcha atrás a la intentona fiscal del secretario de Hacienda Agustín Carstens, y del propio PAN, de crear nuevos impuestos como el IVA en alimentos y medicinas. Y también avanzará la agilidad del gasto público para la reactivación económica, con apoyos al sector empresarial.
La otra cara de la moneda, porque ni el PAN, ni el gobierno de Calderón se han ocupado y preocupado, durante estos últimos tres años, ni en impulsar el gasto para una mayor inversión y reactivación de la maquinaria del Estado y con ello reactivación de la empresa privada, ni se hace algo por impulsar la creación de empleos desde el apoyo a los micro, medianos y pequeños empresarios. Sitio hasta donde, en todo caso, deberá bajar la nueva propuesta impulsada por el PRI desde la Cámara de Diputados, para sacar al país con impulsos que, está comprobado desde el “New Deal” en Estados Unidos (1920-1929) en la época de Roosevelt, sí dan resultados.
Y hay un rubro más, según propuesta de la presidenta del PRI, según declaró a un medio nacional ayer: “Tampoco compartimos que se graven las prestaciones de los trabajadores, y me parece que se tendrán que buscar soluciones al tema del erario público mucho más imaginativas y no sólo reducidas a pretender, como siempre, cargarle la mano a quienes tienen menos recursos o a los trabajadores”.
En materia de reforma, como hemos insistido desde esta tribuna, la Reforma del Estado es asunto pendiente y al cual se le debe entrar. Paredes adelanta la necesidad de vincular al Congreso con la sociedad civil, así como estar atentos a escuchar a todas las fuerzas políticas y desde el poder Ejecutivo.
En fin, que el PRI tiene de cara a la sociedad, la responsabilidad de sacar adelante las reformas que el PAN no ha impulsado para el bienestar común. Pero no sólo los acuerdos políticos deberán ser fluidos para concertar entre todas las fuerzas políticas las mejores acciones para salir adelante.
También se tendrán que delimitar acciones del actual gobierno como la fallida lucha contra el narcotráfico. Preparar policías para esas tareas, pero sobre todo desarticular a las bandas del crimen organizado y a los narcotraficantes desde las entrañas mismas de su poderío económico que pareciera intocable: las cuentas de inversión en la banca comercial, en los bancos extranjeros y en los paraísos fiscales, además de otras inversiones para el lavado de dinero. Entre otra acciones.
Por estas y muchas razones, el PRI renace la esperanza para la gente que votó por él. Enhorabuena.

7/julio/2009.

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