jueves, 24 de diciembre de 2009

Banderazo en San Lázaro

La LXI Legislatura de la Cámara de Diputados está en puerta. La recomposición de las fuerzas políticas resultó evidente, luego de la elección pasada. El PRI como mayoría relativa tendrá el control de la Cámara. Y cambia la composición del Congreso de la Unión, por lo mismo, dado que la LX legislatura fue de mayoría panista.
Tras la elección intermedia, viene la carrera presidencial para el 2012. Y el trabajo legislativo restante —para los siguientes tres años— será con ese fin. Aunque no se diga, será un objetivo implícito. Cumplirle al país será para ganar adeptos; mejor dicho, votantes. Ese será el reto para los partidos. Y más para el PRI, que después de llevarse la mayoría en la elección del 5 de julio pasado, tiene todas las ventajas.
En ese tenor toman hoy posesión los nuevos diputados en San Lázaro. Prestos todos a ocupar las curules que lo serán por los siguientes tres años. Todos, los diputados y los partidos, trabajarán en función de la carrera por la presidencia de la República para dentro de tres años. Y no es que se anticipen los tiempos, es que los tiempos en el reloj presidencial del país corren por adelantado. Esa es la meta del PRI, es el reto para el PAN, y lo inalcanzable para el PRD. Es el momento para que el PRI retome el poder presidencial.
Con Peña Nieto u otro candidato. Pero ese es otro debate. El caso es que el PRI tiene muchas ventajas. Y las que acumule con el trabajo legislativo siguiente. Para el PAN queda el pataleo. Será duro, de todas maneras, porque se comportará como animal herido. Sin discursos virulentos, porque ya probaron los rebotes que eso trae con actuaciones como la de su reciente presidente nacional, Germán Martínez Cázares.
Las propuestas a debatir serán importantes, pero los agarrones más. Al PRI le corresponde llevar la voz cantante. No sólo porque es la mayoría sino también porque es al partido que más le conviene trabajar. Con lo único que se restará fuerza, la que le queda al PAN, será con propuestas. Y el PRI lo sabe. Por eso la líder Beatriz Paredes Rangel ha anunciado que habrá propuesta económica fuerte, pero sin IVA a medicinas y alimentos. Pese a llevarla la contra al líder del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios, Claudio X. González.
Y el PRD no se quedará atrás. Al PAN no le queda más que anunciar recortes en el gato corriente, dizque de los diputados, según la coordinadora Josefina Vázquez Mota. Pero lo que ayudaría más sería bajar al 50 por ciento, sí, pero al salario de los altos funcionarios. Bueno, de sus percepciones, que son altísimas.
Pero las propuestas, para convertirse en iniciativas de ley, tendrán fuertes presiones, decíamos, agarrones. Porque los intereses de por medio son múltiples, y tratarán de manifestarse aunque sean minoritarios. En otras palabras, los grupos de presión estarán a la orden del día en los debates de las comisiones.
Por algo comentábamos en este mismo espacio, lo importante que sería para los partidos el control de las principales comisiones, como la de Gobernación, Puntos Constitucionales, de Presupuesto, de Hacienda; sin omitir a las demás, donde se preparan, desarrollan y discuten las iniciativas antes de su presentación al pleno. Sin omitir las referentes al órgano de gobierno, como la Mesa Directiva y la Junta de Coordinación Política.
Aparte de los partidos, desde luego, siempre están presionando los grupos económicos, los sindicales, los gobernadores y ahora hasta las televisoras directamente desde la bancada del PVEM, que sacó a toda una planilla de la plantilla de Televisa. Y los temas que son preocupación de los ciudadanos están ahí: inseguridad, desempleo, narcotráfico, crisis económica. Y lo que de ello se deriva.
Y para convencer trabajarán las cabezas visibles de los partidos. Por el PAN estará Vázquez Mota en la coordinación de la bancada. Francisco Ramírez Acuña, el siguiente presidente de la Cámara. Por el PRI, Francisco Rojas como el coordinador. En el Edomex, el coordinador de esa fracción mayoritaria es Emilio Chuayffet.
Por el PRD, Alejandro Encinas, coordinando a una fracción que puede verse fracturada por la composición interna, porque hay chuchos y obradoristas.
Habrá otros de otros partidos. Sin olvidar a los voceros de gobernadores como los de Coahuila, Tamaulipas, Puebla, Oaxaca, Veracruz, Chihuahua. Y representando a empresarios y sindicatos habrá otros.
El reto que tienen por delante los 500 diputados, con todo y los intereses que arrastran cada uno con su grupo y su partido, es sacar al país de la debacle en la que se encuentra. Y no hacen falta diagnósticos cuanto soluciones. Porque los problemas del país están a la vista de todos. Y los ciudadanos que votaron por un cambio de partido, tiene la ordenanza de hacer algo por la situación en la que han metido a México los últimos gobernantes.

28/agosto/2009.

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