miércoles, 23 de diciembre de 2009

G-8, entre ricos te veas

Entre las ruinas dejadas por el terremoto registrado hace tres meses en la ciudad italiana de L´Aquila, comenzó ayer la reunión del grupo de los ocho países más industrializados del mundo, el G-8, en donde participan Estados Unidos, Rusia, Francia, Rusia, Alemania, Italia, Japón y Canadá. A L´Aquila llegaron además otros 20 países invitados a la reunión, como observadores de las negociaciones a efectuarse entre los representantes de los países ricos.
Entre las protestas también que se dieron en toda Italia, por los grupos de la sociedad civil organizada, los llamados “globalifóbicos”, sesionaron los jefes de Estado y de Gobierno del G-8, con al menos tres temas fundamentales de la preocupación mundial en la agenda: 1) el cambio climático, 2) la situación de crisis de la economía mundial y 3) la proliferación nuclear.
Ya la reunión cumbre de Toyako en Japón en el 2008, se había acordado reducir hasta en un 50 por ciento las emisiones de gas de efecto invernadero, pero a los participantes se les olvidó aclarar con base a qué año, por lo que el acuerdo se quedó en el aire.
Ahora, en cambio, el Consejero Europeo para presidir la Comisión Europea, José Manuel Duräo Barroso, empujó el acuerdo de reducir la temperatura en 2 grados Celsius, con el 80 por ciento de baja en las emisiones para los países industrializados antes del 2050, y al menos en 50 puntos porcentuales para el resto de los países en igual periodo. Punto que sería aprobado por los participantes del G-8, a no ser por la oposición de China y la India, por lo que el asunto sería ratificado hasta hoy jueves en el foro de los 17 países más contaminantes que se celebra igualmente en L´Aquila.
Como segundo punto, está claro que los países del mundo, especialmente los Estados Unidos, están pasando por una situación de debacle. Pero en el G-8 no se consiguieron progresos con respecto a la situación mundial sobre la crisis económica. El no al “triunfalismo” incluye la advertencia de que “siguen existiendo riesgos significativos para la estabilidad financiera y económica”. Situación a la que solo se recomienda en sostenimiento de los planes de estímulo hasta en tanto “que la recuperación esté asegurada”.
En lo que sí hubo coincidencia, entre los jefes de Estado y de Gobierno del G-8, fue en la propuesta de EU, sobre la creación de un fondo para apoyar la agricultura de los países en desarrollo con la mira de garantizar la seguridad alimentaria en el mundo. El propósito de EU es de alcanzar la cifra de los 15,000 millones de dólares (unos 10,800 millones de euros), para dicha gestión de ayuda.
En tercer lugar, como lo expresó Barack Obama, el presidente de los Estados Unidos, solicitar a la comunidad mundial que países como Irán y Corea del Norte abandonen la carrera armamentista o simplemente digan “no” a la proliferación nuclear. Lo contrario será someterse al riesgo de aislamiento y sanciones que se enfrentan si siguen con los programas atómicos y al margen de la comunidad internacional.
Los logros anunciados resultan insuficientes para alcanzar las metas que el mundo necesita en materia tanto del cuidado al medio ambiente, como del impulso a las economías para salir de las condiciones de crisis que presentan con los elevados índices de desempleo que le caracterizan y no tienen parangón en la historia.
Pero sí son los suficientes, se especula, para que el presidente de los EU, Obama, alcance liderazgo no sólo entre los países desarrollados como con el resto del mundo. Pero no sólo eso. El propio Barack Obama salvó a la reunión, también se comenta, porque tras la ausencia del presidente chino, Hu Jintao, las expectativas eran nulas. Algo que evidenció, por cierto, que hay presencias de países que sin ser miembros de la organización elitista, como China, tienen un peso mayor que muchos que pertenecen al Grupo, como Italia misma o Canadá.
Y todavía está en veremos qué pasará por las condenas que se aplicarán a Irán y a Corea del Norte, porque las opiniones están divididas: entre los que pretenden una advertencia contundente (Reino Unido, Francia e Italia), y los que tratan de marginar a ese país, del resto del mundo (Alemania, Rusia, Estados Unidos).
Recuérdese que el tema de la proliferación nuclear es una prioridad para la agenda internacional del gobierno de Barack Obama y EU. A la vez un asunto que preocupa al resto de los países desarrollados. Claro, no se dice nada respecto al arsenal que tienen todos ellos juntos, porque la amenaza está solo en la paja en el ojo ajeno. Diálogo de tontos o de vivos. El caso es que el planeta está en vilo por la irresponsabilidad de los más desarrollados, los integrantes del G-8 que ahora están en catarsis.

8/julio/2009.

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